El pasado viernes pasamos un bonito y caluroso día en este parque urbano de la Asomadilla, un parque de los más grandes de Andalucía, el segundo después del parque del Alamillo de Sevilla.
Está situado entre tres barrios, Santa Rosa, El Brillante y El Barrio Naranjo.
No es el típico de centro de la ciudad sino que está inspirado en el campo. Está lleno de caminos y arboles típicos de la Sierra de Córdoba como olivos, granados, olmos, alcornoques, algarrobos, álamos…en definitiva poblado de árboles y plantas autóctonas de la zona, fue diseñado para simular un bosque mediterráneo en el que totalizan 1.200 árboles.
ser un parque en relieve, con zonas de subidas y bajadas, dispone en su parte superior de un mirador desde el cual se puede apreciar Córdoba y sus alrededores.
Cuenta con espacios de juegos infantiles, una cancha de baloncesto y fútbol sala, además de un mirador desde el cual se puede contemplar la ciudad de Córdoba y alrededores.
Llegamos sobre las 9:30 al parque y nos dirigimos hacia el edificio del Aula de la naturaleza donde Rafael nos esperaba para realizar las actividades previstas dentro del aula. El alumnado de cinco y cuatros junto a sus familias y seños, asistimos a una proyección sobre el cambio climático y el calentamiento del planeta.
Vimos montañas y paisajes que en épocas relativamente recientes estaban cubiertas de hielo y que hoy día estaba derretido, convertido en manchas de agua o directamente había dejado al descubierto la tierra. Hablamos sobre la importancia del agua para la vida y de la necesidad de disminuir la contaminación que las personas ocasionamos enfermando al planeta. Los niños y niñas fueron dando ideas que Rafa anotaba en una pizarra para mejorar esta situación: usar menos el coche y andar, coger la bicicleta o el transporte público; ahorrar energía no dejando las luces encendidas, no desperdiciar agua…Actividades que nos comprometimos a realizar en nuestra vida diaria.
Después de la proyección nos dirigimos a un huerto grande y muy bien cuidado donde unas personas voluntarias trabajaban en él. Se trata de huertos urbanos ecológicos. Pasamos con cuidado por ellos y probamos las fresas que ya estaban maduras. ¡Sería estupendo tener un huerto y sembrar, regar, recoger sus frutos…¡
Además de Rafael, responsable del aula de la naturaleza, nos esperaban cinco monitores, uno para cada clase, que nos acompañaron a visitar el parque y nos divirtieron realizando juegos, bajo las sombras de los árboles, con globos de agua, paracaídas, pinzas… ¡Nos lo pasamos muy bien¡
En medio de estas actividades, sobre las once, buscamos buenas sombras para desayunar, parecía un picnic gigante, pues éramos muchas las personas que ocupábamos esa zona del parque que con nuestra presencia se llenó de colores, de olores y sonidos.
La subida al mirador fue lo más difícil pues había que estar en forma para trepar hasta allí pero finalmente ¡TODOS/AS LO CONSEGUIMOS. ¡Fue precioso ver todo el ruedo del mirador lleno de personas de diferentes edades¡ y preciosas también las vistas.
Sobre las 13:15h nos juntamos en la salida a la que los cuatro autocares fueron llegando a la hora acordada.
El parque estaba precioso, con una alfombra verde de hierba que con la llegada del calor cordobés irá en muchas zonas amarilleando. Lo único que nos sobró fue calor. Para otros años quizás, tengamos que pensar otras fechas.
La participación de alumnado y familias ha sido muy alta solo han faltado algunos/as niños/as que estaban enfermos/as. Algunas familias nos han planteado que sus hijos/as no asistían a esta salida porque no podían acompañarles nadie de su familia.
Queremos aclarar que esta es una actividad programada para compartirla entre toda la comunidad educativa, pero para ello no es imprescindible ni tan siquiera necesario, que todo el alumnado vaya acompañado de familiares, lo importante es pasar una buena mañana en compañía de personas con las que habitualmente no estamos y pasarlo bien juntos.
VÍDEO DE LA ACTIVIDAD