VISITA AL AEROPUERTO DE CÓRDOBA

Ya hemos realizado la esperada visita al Aeropuerto de Córdoba, los niños y las niñas estaban muy nerviosos/as, era una de sus excursiones preferidas. Nos montamos en el autocar a las 9,15 horas de la mañana, las mamás y los papás nos esperaban para darnos un beso de despedida.

El viaje un poco largo, pero entretenido sobre todo escuchando a los niños que hablaban entre ellos y se contaban historias llenas de fantasías, decían que  iban a subirse a un avión y lo llevarían hasta Barcelona, otros describían como pilotar el avión, preguntaban a las seños que cuanto quedaba para llegar, estaban muy ilusionados.

A la llegada nos esperaban todo un equipo de profesionales que con toda la amabilidad del mundo nos recibieron.

Mientran nos identificábamos los mayores con los carnét de identidad, nos rodeaba un fuerte ruido "era el despegue de una avioneta" que hizo que los niños y las niñas chillarán de alegría por ver su primer avión cerca, despegando por las pista del aeropuerto.

Después de pasar por todas las medidas de seguridad que tiene cualquier aeropuerto y explicarles a los alumnos y alumnas la función tan importante que tienen los policias y los guardias de seguridad, pasamos al interior del recinto donde por grupos fuimos visitando un avión del 061. Nos explicaron su funcionamiento, el área de cobertura en caso de Urgencia, los niños y las niñas se sentaron en su interior y observaron todos sus complementos, era todo un hospital de campaña, nos hicimos muchas fotos.

Después visitamos una unidad movil, ¡aquí si que lo pasamos bien!, nos subieron en la camilla, nos pasearon en la silla de los enfermos, nos enseñaron todo el material sanitario, medicinas, caretas para respirar oxígeno, cascos para ver por la noche, bolsas de suero....un sin fin de elementos, muy necesarios  para salvar vidas en casos determinantes.

El Médico y los A.T.S. fueron muy agradables, nos dieron regalos y refresco de limón que nos ayudaron a saciar la sed y a entretenernos mientras degustábamos el bocata que nos había echado mamá o papá en la mochila. En fila muy despacito nos recibieron a toque de sirena los bomberos que ya son casi de nuestra familia. Nos enseñaron los camiones y los trajes tan pesados que utilizan pero lo mejor de todo fue el ratito de juego que echamos con la espuma. ¡Cómo lo pasamos!

Los niños y las niñas nos preguntaban ¿seño, cuando es la próxima excursión?, Sergio y otros decian: "seño esta ha sido la mejor de todas".

Llegó la hora de comer, con mucho orden, destapamos nuestros bocadillos y degustamos hasta quedar llenos, recogimos todos los papeles, dejando el recinto limpio, como lo habíamos encontrado. Por último

nos llevaron a un gran taller donde reparan los aviones averiados.

¡Cuántos aviones y qué bonitos, había en el taller!; nos hicimos muchas fotos, pero no nos pudimos motar en ninguno y echar un vuelo, como deseaban en su fantasía los niños y las niñas pero aprendimos muchas cosas y lo pasamos genial. 

Gracias, desde aquí, a esos padres y madres que siempre están dispuestos a acompañar a sus hijos e hijas y a las seños en todo momento.