El 29 y 31 de mayo, las clases de cuatro y cinco años visitaron este museo. Como sabéis, está situado en una de las plazas con más encanto de la ciudad, la plaza Jerónimo Páez. En ella, además del citado museo, un edificio antiguo palacio blasonado, se encuentra “la casa Del Judío”, un edificio que ocupa una manzana y que conforma un rincón precioso en el que se encuentra la escultura del poeta de época romana, Lucano. Frente a esta casa se encuentra otro edificio de interés, se trata de otro palacete, este renacentista, que está sin habitar y lleva años pendiente de mantenimiento.
Es decir que esta visita además de los conocimientos que nos aportó el museo, nos permitió un paseo por calles de la Córdoba antigua que también disfrutamos.
Nos bajamos del autobús en la Ribera y tomamos la acera que nos llevó a la calle San Fernando, conocida como “De la Feria”, con sus naranjos y su encanto que cuenta con un edificio de gran valor “el palacio de los marqueses Del Carpio” que tiene su entrada por la calle Cabezas. Seguimos hasta el Arco del Portillo, continuamos por la calle Romero de Torres, estrecha, blanca y con bonitas rejas y balcones. De ahí a la plaza del museo.
Llegamos al museo, del que salía un grupo grande de alumno/as mayores. Nos recibió Begoña que nos explicó muy bien la parte del museo que visitamos.
En primer lugar nos planteó que era un museo arqueológico, como un lugar en el que se conservan restos de otras épocas. Nos mostró restos de los primeros pobladores de nuestra tierra, LOS IBEROS, vasijas y otros enseres que, al ser muy antiguos, eran muy sencillos.
Después pasamos a la parte dedicada a los siguientes pobladores, LOS ROMANOS. Vimos esculturas, utensilios domésticos y de defensa, mortuorios, joyas, la maqueta de un templo que recordaba los restos del que hay en Claudio Marcelo.
Siguiendo el orden cronológico, llegamos a la parte dedicada a los ÁRABES, pueblo que también se estableció en la ciudad por más de seis siglos y que nos dejó múltiples pruebas de ello: la mezquita, Medina Azahara, las celosías, trazado de la ciudad con su judería, axerquía…,
vimos monedas de ambas épocas, de oro, plata y bronce. Por último, llegamos a la época CRISTIANA, después de la reconquista de Fernando III que mandó construir las iglesias que dan nombre a los distintos barrios históricos de la ciudad.
En fin, nuestra ciudad posee una larga historia y de todo ello quedan restos en la ciudad y seguro también en sus habitantes.
Terminada la visita, subimos al taller en el que nos tenían preparada una actividad para no olvidarnos de nuestra historia.
Niños y niñas la realizaron con mucho gusto e interés y hay que decir que estaba muy bien diseñada y organizada, nos sirvió para fijar los conocimientos recogidos en la visita.
MUCHAS GRACIAS, AL MUSEO Y MUCHAS GRACIAS A LOS PAPÁS Y MAMÁ QUE NOS ACOMPAÑARON.
PRESENTACIÓN DE FOTOS DE LA SALIDA
